Todos hemos caído en esta trampa.
Cuando tenemos un problema repetimos hasta la saciedad una misma conducta o actitud e inocentemente esperamos que el resultado sea diferente.
Es muy evidente en las relaciones de pareja o entre padres e hijos.
Todos hemos caído en esta trampa.
Cuando tenemos un problema repetimos hasta la saciedad una misma conducta o actitud e inocentemente esperamos que el resultado sea diferente.
Es muy evidente en las relaciones de pareja o entre padres e hijos.